Asistencia hospital

El Hospital General de València implanta un stent de carótida por acceso radial

  • Utilizar la arteria radial como punto de inserción del catéter para llegar hasta el cerebro disminuye las complicaciones vasculares respecto al acceso por la arteria femoral
  • El paciente no necesita ingreso, ya que se pone una pulsera compresiva en el sitio de punción de la muñeca y a las 2 o 3 horas se puede marchar a casa

El Hospital General de València ha llevado a cabo con éxito el implante de un stent de carótida por el acceso arterial radial, que utiliza la muñeca como punto de inserción al torrente sanguíneo para llegar hasta el cerebro.

La utilización de la vía radial (que discurre por el antebrazo) supone, respecto al acceso por la vía femoral (en la ingle), una significativa disminución de las complicaciones vasculares en el lugar de punción.

 Según Alfonso González-Cruz, adjunto de la unidad de Radiología Intervencionista, “hasta ahora utilizábamos la vía femoral para acceder a las arterias carótida, pero llegar a ellas por la arteria radial presenta importantes ventajas, especialmente en pacientes de alto riesgo. Es una técnica heredada de los hemodinamistas, por ello ha sido necesaria una estrecha colaboración con el servicio de Hemodinámica para hacer este abordaje”.

Las ventajas respecto al abordaje por la arteria femoral es que el paciente no tiene que estar en reposo como mínimo 24 horas después de que se le realice el procedimiento y, por tanto, no necesita ingreso en el hospital tras la intervención.

Además, las complicaciones son menores y se requieren menos cuidados, ya que se coloca una pulsera compresiva en la muñeca y, tras comprobar el correcto estado del lugar de la punción, el paciente se puede marchar a su casa a las 2-3 horas.

Al presentar menos complicaciones, este acceso estaría recomendado en los pacientes sometidos a tratamiento intensivo anticoagulante, antitrombótico o antiagregante plaquetario, pacientes obesos o hipertensos.

Las arterias carótidas son las principales arterias que suministran sangre al cerebro y pueden obstruirse por depósitos de grasa –placas de ateroma– que disminuyen u obstruyen el flujo sanguíneo.

La técnica de insertar un stent carotídeo a través del árbol arterial vascular supone posicionar una ‘especie de muelle metálico’ para abrir esa arteria que estaba medio ocluida y facilitar así el flujo de sangre al cerebro. Este stent ayuda a mantener la arteria abierta y disminuye la probabilidad de que vuelva a estrecharse y deje de llegar flujo de sangre al cerebro, que pueda producir como consecuencia una isquemia cerebral o accidente cerebrovascular.

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