La VI Jornada de Bioética del Hospital General de Valencia aborda los derechos del paciente de salud mental
- El departamento atiende en salud mental a 28.000 adultos y cerca de 1.300 menores al año
La salud mental es un pilar fundamental para el bienestar individual y social y su abordaje ético constituye un desafío clave en nuestra sociedad contemporánea. Con este objetivo básico, el Hospital General de Valencia ha reunido este jueves, 3 de abril, de forma presencial y online a más de un centenar de profesionales del departamento en la VI Jornada de Bioética bajo el epígrafe: ‘Salud mental: ética y derechos‘.
Desde el Comité de Bioética -organizador del evento-, exponen que la relación entre ética, derechos humanos y salud mental ha ganado relevancia a medida que los avances científicos y sociales han cambiado nuestra comprensión de las personas con problemas de salud mental.
Estos avances ponen de manifiesto nuevas oportunidades y responsabilidades éticas. “Los enfoques innovadores en tratamiento y prevención invitan a reflexionar sobre cómo garantizar la equidad y el respeto a los derechos de todos los individuos, sin importar su entorno sociocultural”, añaden.
En este contexto, hoy han debatido aspectos como el principio de autonomía del paciente de salud mental y han profundizado acerca de las voluntades anticipadas.
El principio de autonomía emerge como un valor central en el trato a las personas afectadas. Es esencial garantizar que las decisiones relacionadas con su bienestar sean respetadas, asegurando al mismo tiempo su dignidad y sus derechos. Sin embargo, en la práctica, los profesionales observan dilemas éticos complejos, como el equilibrio entre la autonomía y el deber de proteger a personas vulnerables, consideran desde el comité.
Al respecto, la directora gerente del departamento Valencia-Hospital General, Goitzane Marcaida, ha resaltado que hoy es el día para exponer, compartir y reflexionar sobre estos aspectos. “Vivimos en una sociedad cambiante, vertiginosa y muy plural. Si bien, en general, ya tenemos conciencia de la relevancia de la salud mental, es importante compartir herramientas y avances para abordar situaciones complejas”.
La gerente ha recordado la figura del Padre Jofre, “quien hace más de 500 años fundó en Valencia el primer hospital para enfermos mentales del mundo y es germen de nuestra institución”.
Le acompañaban en la inauguración, la presidenta del Comité de Bioética del departamento, Dolores López; la presidenta del Comité de Bioética de la Comunitat Valenciana, María Luisa Blasco; y la jefa de servicio de Psiquiatría, Llanos Conesa.
Las ponencias y mesas programadas buscaban identificar desafíos actuales y construir propuestas de acción concretas, para avanzar en humanización.
María Luisa Blasco ha aplaudido la iniciativa del Hospital General de Valencia en fomentar este debate ético en el ámbito de la salud, y ha recordado que la institución a la que representa está precisamente para recoger estos retos y propuestas que trasladar a las Administraciones.
La salud integral: mental, física y social
La jefa de Psiquiatría, Llanos Conesa, ha reforzado la idea de velar por la salud integral del paciente de salud mental. “El enfermo mental, por lo general, no se cuida, y por eso hay que cuidarlo en los tres niveles de salud: el mental, el biológico o físico y el social. Hay que respetar los derechos de este paciente tanto en su asistencia como en sus necesidades psicosociales”.
Para Conesa es fundamental “velar por un trato adecuado, una atención humanizada y no discriminada hacia enfermo salud mental. Sobre todo que no sufra una discriminación con respecto a los demás pacientes en el cuidado de su salud”.
La gerente ha querido concluir su intervención recordando las palabras de Fernando Sabater al intentar explicar el significado de ética. “Se resume en tres virtudes: coraje para vivir, generosidad para convivir y prudencia para sobrevivir. Yo creo que son tres virtudes que podemos llevar a nuestra vida personal y profesional”.
El departamento Valencia-Hospital General atiende anualmente alrededor de 28.000 adultos pacientes de salud mental y cerca de 1.300 pacientes menores de edad.
En los dos años posteriores a la pandemia se produjo un aumento exponencial en la atención de adolescentes con problemas relacionados con la salud mental y un aumento progresivo (no exponencial) de población adulta, datos que se mantienen en la actualidad.