Cerca de 70 pacientes han asistido al Aula Respira “Viajar con EPOC” organizada por el Hospital General de Valencia
El Hospital General de Valencia ha celebrado una nueva Aula Respira titulada “Viajar con EPOC” dedicada al paciente, sus familiares y sus cuidadores. Con la celebración periódica de estas aulas se logra resolver las dudas, inquietudes y preocupaciones de los pacientes, de una manera más distendida y así poder complementar la información que se aporta en la consulta.
Los avances en el control y tratamiento de las enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC, han favorecido un incremento de la calidad de vida de los pacientes de estas enfermedades, llevando una vida lo más normal posible e incorporando a sus actividades habituales excursiones, vacaciones y viajes, explica Esther Verdejo, especialista del servicio de Neumología del Hospital General de Valencia.
“La EPOC no supone un impedimento para viajar o volar en avión, siempre y cuando los pacientes tomen las medidas preventivas oportunas y exista un control médico antes y después del viaje”, señala la doctora Verdejo.
Los enfermos de EPOC deben ser conscientes de las necesidades y reacciones de su organismo ante un cambio de altitud o de clima. También debe conocer los riesgos que entraña volar para su salud y como afecta al organismo las peculiares condiciones ambientales de una cabina de avión. Lo más importante para un paciente con EPOC es planificar su viaje con anticipación, previendo todos los percances con la ayuda de sus familiares o compañeros de viaje.
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica ha dado una respuesta consensuada a las cuestiones más frecuentes planteadas por los pacientes con EPOC a la hora de viajar.
1. Como paciente de EPOC ¿puedo viajar?
Los avances alcanzados en el tratamiento y control de la EPOC permiten a los pacientes adaptarse mejor a las actividades de la vida cotidiana. Viajar puede ser una de estas actividades.
Antes de viajar solo tienes que planificar muy bien, dónde y cómo vas ir, prever que necesidades puedes tener en cuanto a fármacos durante el viaje y durante el periodo de tiempo que vas a estar fuera y sobre todo, consultar con tu neumólogo.
2. ¿Qué riesgos tiene viajar en avión?
En cualquier salida, la previsión será tu mejor aliada. Debes calcular muy bien el tiempo de viaje incluyendo los espacios muertos de espera y solicitar con antelación el suministro de oxígeno en tu lugar de destino.
Si viajas en avión, debes avisar con anticipación a la compañía área. Cada compañía tiene su normativa: algunas no permiten viajar con oxígeno a bordo y otras serán ellas las que te faciliten el equipo necesario por motivos de seguridad.
El servicio médico de la compañía puede solicitar que el enfermo viaje acompañado por una persona que conozca el aparato de administración de oxígeno.
3. ¿Qué efectos fisiológicos provoca viajar en avión?
La caída de concentración de oxígeno que provoca la altitud del avión no produce síntomas en pacientes sanos pero en personas con enfermedad crónica respiratoria y cierto grado de hipoxemia basal puede causar problemas, especialmente si no permanecen quietos, al bajar aún más de lo habitual el nivel de oxígeno en sangre.
La disminución de la presión barométrica provoca la expansión de los gases corporales internos. En sujetos sanos provoca molestias de oído o nasales. En pacientes con enfermedades respiratorias puede causar efectos potencialmente más graves.
La sequedad ambiental puede causar molestias oculares y nasales que se acentúan si tienes problemas respiratorios.
Finalmente, la inmovilidad favorece la acumulación de sangre en las piernas provocando hinchazón, tirantez y favoreciendo el desarrollo de trombosis venosas.
Los aviones comerciales viajan a altitudes de hasta 11.000 metros con temperatura exteriores que pueden alcanzar los 60o bajo cero, de manera que el contenido de oxígeno del aire disminuye de una manera muy importante.
Por este motivo, la cabina está presurizada, es decir, se intenta compensar la baja presión exterior para crear un ambiente con una presión barométrica que se acerque a la existente a nivel de mar.
La presión dentro de la cabina nunca es igual a la presión a nivel del mar y, además, el aire en el interior del avión es recalentado, en constante recirculación y con baja humedad.
4. ¿Y si necesito Oxigenoterapia continua?
En cualquier salida, la previsión será tu mejor aliada. Debes calcular muy bien el tiempo de viaje incluyendo los espacios muertos de espera y solicitar con antelación el suministro de oxígeno en tu lugar de destino.
Si viajas en avión, debes avisar con anticipación a la compañía área. Cada compañía tiene su normativa: algunas no permiten viajar con oxígeno a bordo y otras serán ellas las que te faciliten el equipo necesario por motivos de seguridad.
El servicio médico de la compañía puede solicitar que el enfermo viaje acompañado por una persona que conozca el aparato de administración de oxígeno.
5. ¿Mar o montaña?
Nadie mejor que tú conoce su cuerpo y su enfermedad para saber cómo te afectan los desplazamientos.
En general, la altitud no beneficia en nada la EPOC, especialmente si se padece in-suficiencia respiratoria. Aunque el aire es más limpio y menos denso, la concentra¬ción de oxígeno disminuye a medida que aumente la altura, por eso normalmente se recomienda no superar los 1500 m. de altitud.
Por otro lado, a la EPOC no le gustan los cambios bruscos de temperatura. Prefie¬re los climas suaves, el frío o el calor in¬tenso son sus peores enemigos.
Buenísimo el articulo. Saludos.