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El Hospital General de Valencia, anfitrión del congreso nacional para la Prevención del Tabaquismo que incluye los efectos nocivos del vapeo

  • El hábito de fumar ha disminuido entre la población en general, excepto en el colectivo de mujeres de 45-74 años
  • Los especialistas piden atención al consumo entre adolescentes de los nuevos dispositivos de suministro de nicotina por calentamiento, conocidos como vápers

El Hospital General de Valencia acoge este viernes el XV Congreso del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), un foro en el que se han reunido más de un centenar de especialistas para poner sobre la mesa desde la fiscalidad y la normativa actual, hasta los productos emergentes y la contribución civil en la prevención.

La prevalencia de consumo de tabaco ha disminuido en la última década entre la población en general, excepto en el colectivo de mujeres de 45-74 años, según los datos de la guía de Abordaje para el Tabaquismo de la Conselleria de Sanidad en la Comunitat Valenciana.

Sin embargo, “estamos aún lejos de la cifra que podría considerarse ideal: no superar el 5% de fumadores para el año 2040, según los objetivos de la OMS”, explica Francisco Pascual, presidente del CNPT, investigador, miembro del Comité Científico del Colegio Oficial de Médicos de Alicante y coordinador de la UCA (Unidad de Conductas Adictivas) de Alcoi.

Además, han aparecido nuevos dispositivos de suministro de nicotina por calentamiento, como los denominados ENDS (Electronic Nicotine Delivery Systems) y los HTPs (Heated Tobacco Products) -conocidos como vápers-, que representan una nueva forma de consumo, principalmente en adolescentes.

Efectos nocivos

“Las cifras sobre vápers ofrecidas por el PNsD (Plan Nacional sobre Drogas) son alarmantes y las consecuencias orgánicas -además de la adicción- merecen atención especial por parte de los sanitarios y de las administraciones”, reflexiona.

Entre los efectos nocivos de este hábito, los especialistas resaltan la enfermedad respiratoria Evali (E-cigarette or Vaping product use Associated Lung Injury), lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o al vapeo.

A su vez, generan adicción y son puerta de entrada al tabaco convencional. “Muchos jóvenes son fumadores duales: váper y tabaco”, advierte.

Precisamente Intoxicación de nicotina es la ponencia que aborda el jefe clínico de Medicina Interna y responsable de la Unidad de Toxicología Clínica del Hospital General de Valencia, Benjamín Climent, quien es también presidente nacional de Socidrogalcohol.

“El tabaquismo es un trastorno adictivo de difícil tratamiento por los efectos de la nicotina. Las tasas de éxito en deshabitualización van mejorando, debido a que disponemos de mejor arsenal terapéutico, pero es necesario transmitir a la sociedad la realidad inherente al consumo, tanto de sustancias legales como ilegales, con las consecuencias de pérdida de salud y aparición de enfermedades graves”.

Para Climent, la prevención es la clave. “Siempre que atendemos a un paciente en el hospital, se ha llegado tarde. Lo fundamental es intervenir antes de que aparezcan los problemas y, para ello, la educación sanitaria es primordial, además de las medidas regulatorias y un aumento de recursos”.

Unidad de Toxicología

La unidad de Toxicología Clínica colabora con todos los servicios del hospital y con Atención Primaria y las UCA del departamento para la asistencia al paciente con patologías por consumo de alcohol, tabaco, drogas de abuso, principalmente, al margen de otras intoxicaciones menos prevalentes.

“Vienen remitidos desde otros servicios en el contexto de patologías graves, que requieren que el trastorno adictivo sea controlado. Es el caso de pacientes oncológicos o cardiovasculares”.

En el tratamiento del tabaquismo “queda mucho por hacer tanto para prevenir el inicio como para reducir progresivamente el hábito. Necesitamos programas de prevención, recursos asistenciales y una legislación potente para constatar la reducción de enfermedades asociadas al tabaco: respiratorias, cardiovasculares, oncológicas, etc., así como disminuir la morbimortalidad producida por su consumo”.

En ese empeño debe implicarse toda la sociedad y todos los profesionales sociosanitarios y hacer valer la salud por encima de los intereses económicos, concluyen ambos especialistas.

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