El servicio de Nefrología del Hospital General de Valencia realiza más de 80 sesiones de plasmaféresis
Hace más de un año que el servicio de Nefrología del Hospital General de Valencia incorporó la técnica de la plasmaféresis a su cartera de servicios y desde entonces ha atendido a más de 15 pacientes, lo que significa más de 80 sesiones realizadas.
La plasmaféresis es una técnica de depuración extracorpórea que consiste en la separación del plasma y de los elementos de la sangre con el fin de eliminar del torrente circulatorio aquellas sustancias que condicionan o perpetúan la enfermedad.
Antes de incorporarla al servicio de Nefrología, esta técnica solo se realizaba en el servicio de Hematología del hospital, ya que se utiliza en la terapia de diversas patologías, especialmente en procesos nefrológicos, hematológicos, neurológicos, reumatológicos… y otros con base inmunológica. Representa una modalidad terapéutica encaminada al tratamiento de determinadas enfermedades de estas especialidades cuando el procedimiento convencional no ha obtenido la respuesta deseada.
Tal y como explica Esther Tamarit Antequera, adjunta del servicio de Nefrología, desde hace años la plasmaféresis, que es una técnica aferética, la han ido incorporando muchos nefrólogos en su práctica diaria. “Cada vez son más los servicios de nefrología que la están implantando. Nosotros la hacemos en la sala de agudos, donde atendemos también a pacientes de diálisis; es una técnica parecida con la que se limpia la sangre, se separa el plasma y que se utiliza para el tratamiento de patología autoinmune”.
Además de prestar este servicio a sus pacientes, el equipo de Nefrología también atiende a pacientes derivados de otros servicios del hospital que tienen patología de base inmunológica. “La primera que hicimos fue en mayo de 2017 con la intención de ir ampliando la cartera para recibir a pacientes de otros servicios”, añade Tamarit.
Las sesiones de plasmaféresis dependen de la patología del paciente, pero cada uno de ellos suele requerir de 4 a 7 sesiones. Sin embargo, hay casos que requieren pautas de forma crónica y a los que, después de tratar el brote agudo, se les aplica esta técnica en varias fases de recordatorio, por ejemplo, cada 6 meses.
“Hacer la plasmaféresis en el servicio de Nefrología permite el manejo del paciente no solo en el momento de la técnica (con su monitorización), sino también la vigilancia posterior. Realizamos guardias de presencia física casi las 24 horas y podemos asumir la técnica incluso en fin de semana. Tenemos una visión más global, aunque no tengamos conocimientos más específicos de las patologías que no manejamos, pero seguimos las indicaciones que marcan los facultativos especialistas de otros servicios y nosotros les hacemos la terapia”, concluye Tamarit.
Para adquirir el conocimiento necesario, Esther Tamarit realizó un máster especializado en técnicas aferéticas. También se formó al personal de enfermería para el manejo de la máquina, a la que se conectan los pacientes a través de un catéter central implantado por los mismos nefrólogos.
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