El Servicio de Urgencias del Hospital General de València finaliza la primera fase de su reforma integral
- Se ha ampliado la zona de cuidados complejos para pacientes que precisan de encamamiento, que ha pasado de tener 16 a 36 camas de observación
El Hospital General de València ha finalizado la primera fase de la reforma integral del servicio de Urgencias Hospitalarias, una actuación que ha supuesto una inversión de obra de 515.000 euros y ha dotado a este servicio de 250 m2 más para ampliar la zona de cuidados complejos.
La reforma se ha hecho en la zona que ocuparon los antiguos quirófanos de urgencias, que estaban sin uso tras el traslado de estos quirófanos al edificio quirúrgico.
Según explica Ricardo Rubini, jefe del servicio de Urgencias, “con esta nueva sala hemos duplicado la capacidad que tenía el servicio para este tipo de pacientes, que ha pasado a un total a 36 camas y que conformarán la denominada Área del Paciente Complejo para pacientes que precisan monitorización y/o cuidados permanentes”.
El nuevo espacio es un área de alto rendimiento que se ha dotado con 20 camas (2 de ellas de aislamiento) adaptadas para pacientes que precisan medidas de tratamiento y cuidados permanentes.
“Esta primera fase nos ha permitido no solo disponer de más espacio y mejores condiciones, tanto para los pacientes como para los profesionales, sino también poner en marcha nuevos circuitos específicos para los pacientes complejos, que son los que requieren de estos cuidados”, señala Rubini.
El siguiente paso en el que se está avanzando es la sustitución de los dos equipos de rayos por otros de tecnología actual y la reforma de la sala de ecografías.
Posteriormente, cuando finalicen todas las actuaciones de esta primera fase, está previsto que se vayan abordado las sucesivas fases hasta completar la reforma integral.
“Con esta importante actuación se consolida un área que pretende ordenar y mejorar la atención a pacientes que requieren cuidados integrales desde su llegada al servicio de Urgencias, como son los pacientes ancianos dependientes o los oncológicos, por poner algún ejemplo”, añade Rubini.