Urólogos del Hospital General implantan un protocolo que aumenta la seguridad diagnóstica del cáncer vesical
- El protocolo incluye una escala de valoración que permite calcular las posibles recurrencias o progresión del cáncer vesical.
- Un estudio de meta-análisis realizado con 1476 pacientes, evidencia que un tratamiento especial de inmunoterapia permite disminuir a un 12% los pacientes con recurrencia.
- Todos los procesos de clasificación, factores de riesgo, diagnóstico y predicción de recurrencia, así como la progresión en tumores se han validado a partir de la evidencia probada sobre estudios epidemiológicos internacionales.
El equipo médico del Servicio de Urología del Hospital General, ha iniciado la implantación de sistemas de diagnóstico y terapia basados en la evidencia probada a partir de estudios internacionales, como mecanismo de actualización y revisión permanente, así como de control de calidad de sus procesos de atención al paciente.
Uno de estos sistemas, es el Protocolo para el diagnóstico y terapia de cáncer vesical, para cáncer no invasor del músculo, que permite unificar el modo de diagnosticar y el seguimiento de las pautas de tratamientos terapéuticos. Entre sus datos destaca el estudio de meta-análisis realizado con 1476 pacientes que evidencia que un tratamiento especial de inmunoterapia permite disminuir a un 12% los pacientes que vuelven a recaer.
La primera guía europea sobre cáncer vesical fue publicada en 2002 por la Asociación Europea de Urología y posteriormente desarrolló por separado diferentes guidelines o protocolos para cada categoría de tumor vesical.
El trabajo realizado por los urólogos del General es una revisión que representa la puesta al día de las guías europeas sobre el cáncer vesical, no invasor del músculo, identificado como Ta -T1.
Este protocolo recoge amplia información de modo secuencial, de manera que el especialista puede seguir un recorrido sobre todos los pasos necesarios para obtener el mejor y más rápido diagnóstico sobre el cáncer vesical. Contiene desde la clasificación llamada TNM que distingue el tipo de tumor primario (T), la presencia de ganglios linfáticos (N) y la metástasis a distancia (M).
También recoge, entre otros aspectos, los grados posibles del tipo de alteración celular, los factores de riesgo o los niveles de evidencia y los grupos de riesgo con mayor posibilidad de desarrollar un cáncer de este tipo.
Destaca claves de interés para el diagnóstico como la descripción de la imágenes radiográficas, la tomografía computerizada (TC) o la técnica de ultrasonidos (ecografía), así como el tipo de examen celular o test moleculares en orina y distinto tipo de pruebas como biopsias o endoscopia vesical.
La predicción de la recurrencia y de la progresión de este tipo de tumores es una de los apartados de este protocolo que incluye tablas de porcentajes de probabilidad de riesgo entre bajo, medio y alto. Concluye la guía con las posibilidades del mejor tratamiento y las recomendaciones para una terapia adyuvante y el seguimiento y atención al paciente afectado de cáncer vesical.
El cáncer vesical
Es un tumor canceroso en la vejiga, el órgano localizado en el centro de la parte baja del abdomen que almacena la orina, el más frecuente del tracto urinario. La mayor incidencia en Europa es de 23,6 en hombres y 5,4 en mujeres por cada cien mil habitantes, en la zona oeste y en algunos lugares de la zona sur es de 27,1 en hombres y 4,1 mujeres por cada cien mil habitantes. La tasa más baja se observa en los países del este de Europa donde no supera los 14,7 en hombres y 2,2 mujeres por cada cien mil habitantes.
Un dato de interés es que entre el 76 y 85% de los pacientes con cáncer vesical tiene su enfermedad confinada en la mucosa o submucosa, por eso clasificado como superficial, lo que supone una recuperación muy favorable y no presenta posibles desarrollos posteriores.
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